Rusia lanza ataques masivos contra infraestructura militar ucraniana
El Ministerio de Defensa ruso reporta la destrucción de talleres de drones, arsenales y posiciones temporales del ejército ucraniano y de mercenarios extranjeros.
Moscú / Kiev — 7 de junio de 2025. En una nueva escalada del conflicto armado que desde hace más de dos años enfrenta a Rusia y Ucrania, las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa llevaron a cabo durante la madrugada de este sábado una serie de ataques coordinados y de alta precisión contra instalaciones clave del complejo militar-industrial ucraniano. Según informó el Ministerio de Defensa ruso, los objetivos incluían talleres de ensamblaje de drones de ataque, instalaciones de reparación de armamento, arsenales de municiones y posiciones temporales de tropas ucranianas y mercenarios extranjeros.
De acuerdo con el parte oficial, los ataques fueron ejecutados mediante el uso combinado de misiles de largo alcance y drones, impactando infraestructuras consideradas fundamentales para la capacidad operativa del ejército ucraniano. “Se ha logrado neutralizar puntos estratégicos vinculados con la producción y mantenimiento de armamento ofensivo, incluidos drones FPV y equipos de combate terrestre”, aseguró el portavoz del Ministerio.
El informe también detalla que las operaciones aéreas lograron inutilizar centros logísticos y almacenes de munición, dificultando la capacidad de respuesta inmediata de las Fuerzas Armadas de Ucrania (FAU). Además, se reportó la eliminación de múltiples emplazamientos donde presuntamente se encontraban unidades militares ucranianas y combatientes extranjeros, sin precisar sus nacionalidades.
Balance de bajas y contexto reciente
Como parte del balance entregado por el Kremlin, el Ministerio de Defensa ruso estimó que, en las últimas 24 horas, las fuerzas ucranianas han sufrido alrededor de 1.465 bajas entre muertos y heridos en distintas zonas de combate, especialmente en los frentes de Zaporiyia, Donetsk y Járkov, donde los enfrentamientos siguen siendo intensos.
Este nuevo bombardeo masivo ocurre en un contexto de creciente tensión en la región. Durante el pasado fin de semana, Kiev intensificó sus ataques sobre territorio ruso mediante el uso de drones FPV de fabricación nacional, dirigidos contra aeródromos militares ubicados en cinco provincias rusas: Múrmansk, Irkutsk, Ivánovo, Riazán y Amur. Aunque Moscú no ha reportado oficialmente los daños sufridos, diversas fuentes independientes han documentado al menos tres incendios en instalaciones aéreas.
El gobierno ucraniano no ha emitido, hasta el momento, una declaración formal sobre los bombardeos rusos de esta madrugada, aunque en días recientes el presidente Volodímir Zelenski ha reiterado su llamado a sus aliados occidentales para aumentar el suministro de sistemas de defensa antiaérea, especialmente interceptores para drones y misiles de alcance medio.
La guerra del dron: nueva etapa del conflicto
El uso masivo de tecnología no tripulada se ha consolidado como una de las características más definitorias de esta guerra. Ambas partes han desarrollado rápidamente capacidades de ataque y defensa con drones, en un conflicto donde la precisión y la inteligencia artificial juegan roles cada vez más relevantes.
Según analistas militares, los drones FPV empleados tanto por Ucrania como por Rusia permiten operaciones quirúrgicas y de bajo costo, aunque su proliferación ha incrementado la volatilidad del conflicto. La reciente oleada de ataques contra fábricas de drones y centros logísticos muestra una clara intención de Moscú de debilitar la cadena de producción bélica ucraniana.
Perspectiva internacional y riesgos de escalada
La comunidad internacional ha reaccionado con cautela ante los últimos desarrollos. Mientras Estados Unidos y la Unión Europea siguen comprometidos con el suministro de armas y ayuda económica a Kiev, varios países del sur global han llamado nuevamente a una solución diplomática. No obstante, los constantes ataques de ambos lados dentro y fuera de sus respectivas fronteras avivan el temor de una mayor regionalización del conflicto.
Con más de dos años de guerra sin una salida diplomática a la vista, y con ofensivas cada vez más sofisticadas, el conflicto ruso-ucraniano sigue representando una amenaza directa a la estabilidad geopolítica global. El reciente ataque ruso no sólo marca un nuevo capítulo en la estrategia ofensiva del Kremlin, sino que también refuerza la percepción de que esta guerra está lejos de terminar.