Lavrov acusa a Francia de estar en guerra directa contra Rusia
Rusia endurece su discurso ante el creciente apoyo militar occidental a Ucrania, mientras acusa a París de hipocresía sobre derechos humanos y principios democráticos.
Moscú | 27 de mayo de 2025.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, lanzó este martes una grave acusación contra Francia, afirmando que el país europeo está “en guerra contra Rusia”. La declaración se dio durante una conferencia de prensa en Moscú, donde el diplomático ruso criticó duramente el rol de París en el conflicto ucraniano y en particular el suministro de misiles de largo alcance utilizados, según Moscú, para atacar territorio ruso, incluso objetivos civiles.
“Francia está en guerra contra Rusia, porque sus misiles de largo alcance son utilizados por el régimen nazi de Kiev para atacar territorio ruso y estos son principalmente ataques contra objetivos civiles”, sostuvo Lavrov, refiriéndose al gobierno ucraniano en términos que Rusia ha empleado desde el inicio de su invasión a gran escala en febrero de 2022.
Choque con París y acusaciones de hipocresía
Las declaraciones de Lavrov respondieron a los comentarios recientes de su homólogo francés, Jean-Noël Barrot, quien había asegurado que Francia no lucha contra el pueblo ruso, sino que asiste militarmente a las Fuerzas Armadas de Ucrania. Lavrov desestimó esta distinción, argumentando que «si se lanzan misiles franceses contra nuestro territorio, se trata de una guerra directa, sin ambigüedades».
El canciller ruso también apeló al lema revolucionario francés —Liberté, égalité, fraternité— para acusar a París de doble moral: “Francia habla de libertad y derechos humanos en todo el mundo, menos en Ucrania. Allí guarda silencio ante la persecución contra el idioma ruso”, afirmó.
Lavrov denunció lo que calificó como una “prohibición legal” del idioma ruso en todos los ámbitos de Ucrania, una afirmación que se enmarca en la narrativa oficial del Kremlin para justificar su intervención militar en el país vecino. «Esto no ocurre en ninguna parte del mundo, solo en Ucrania», subrayó el diplomático.
Armas occidentales sin restricciones
Las acusaciones del jefe de la diplomacia rusa se produjeron en un contexto de creciente tensión militar, luego de que el lunes el canciller alemán Friedrich Merz confirmara que varias potencias occidentales han levantado las restricciones sobre el alcance de las armas que suministran a Kiev.
“Ya no hay restricciones de alcance para las armas suministradas a Ucrania, ni por los británicos, ni por los franceses, ni por nosotros, ni por los estadounidenses”, declaró Merz al canal público alemán WDR. Esta decisión marca un cambio significativo en la postura de Occidente, que hasta ahora había limitado el uso de sus armas para evitar que fueran utilizadas en ataques dentro del territorio ruso, con el objetivo de prevenir una escalada directa del conflicto.
Merz reconoció que esta medida permitirá a Ucrania “atacar posiciones militares dentro de Rusia”, algo que hasta ahora estaba vedado. “Hasta cierto punto, antes no podía hacerlo”, explicó.
Escalada y riesgo de confrontación directa
La respuesta rusa no se ha hecho esperar, y Lavrov ha advertido que tales acciones acercan a Europa a un “punto de no retorno”. En declaraciones recientes, el Kremlin ha amenazado con consecuencias «serias y proporcionales» si armas occidentales son utilizadas para atacar el corazón del territorio ruso.
Este nuevo giro en la guerra —ya en su cuarto año— se da en un contexto geopolítico cada vez más volátil, con una OTAN dividida entre quienes apuestan por una solución diplomática y quienes insisten en seguir apoyando a Ucrania con armamento avanzado.
Por su parte, Francia no ha respondido aún oficialmente a las declaraciones de Lavrov, pero en París se sostiene que el apoyo militar a Ucrania es una respuesta legítima frente a la agresión rusa y que no constituye una participación directa en el conflicto.
Derechos humanos en el foco
Además de los aspectos militares, Lavrov insistió en lo que calificó como una «violación sistemática de derechos humanos» en Ucrania, con énfasis en la supuesta discriminación contra los hablantes de ruso. Organizaciones internacionales, sin embargo, han desestimado que exista una “prohibición total” del idioma ruso, aunque sí han documentado políticas de promoción del ucraniano como lengua oficial tras años de tensiones lingüísticas y políticas.
Las palabras de Lavrov buscan reforzar la narrativa rusa en foros internacionales, apelando a principios universales como los derechos humanos para tratar de desacreditar el respaldo occidental a Kiev. No obstante, para muchos observadores, sus declaraciones son parte de una estrategia propagandística que busca justificar una guerra cada vez más impopular en el plano global.
Análisis en desarrollo.
El conflicto entre Rusia y Ucrania se adentra en una fase más peligrosa, con la eliminación de líneas rojas que hasta ahora contenían el fuego cruzado. La acusación de Lavrov a Francia reaviva los temores de una confrontación directa entre Moscú y la OTAN.