Putin llama a resistir el nazismo y pide nuevo orden multipolar
El presidente ruso urge a rechazar ideologías discriminatorias y construir una arquitectura de seguridad igualitaria basada en el respeto mutuo entre naciones.
Moscú, 29 de abril de 2025 — En un enérgico pronunciamiento con ecos históricos y proyección geopolítica, el presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, afirmó este martes que el mundo debe «hacer todo lo posible para resistir al resurgimiento del nazismo» y otras ideologías que, según él, encubren ambiciones de dominación global.
El mandatario ruso emitió estas declaraciones durante un acto oficial centrado en la memoria de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial, subrayando que el fenómeno del nazismo no ha quedado atrás, sino que, en su opinión, está resurgiendo en algunas expresiones del pensamiento político occidental contemporáneo.
“Hay que hacer todo lo posible para oponerse al resurgimiento del nazismo, a la propagación de ideologías destructivas como la rusofobia, el antisemitismo, cualquier forma de racismo, la intolerancia nacional o religiosa y el llamado excepcionalismo”, afirmó Putin. Aseguró que detrás de estas corrientes se esconden “pretensiones de dominación mundial e intentos de interferir en los asuntos internos de Estados soberanos”.
Multipolaridad y seguridad compartida
Putin aprovechó el marco de su intervención para reforzar su llamado a un nuevo orden internacional multipolar que sustituya lo que describió como un sistema unipolar obsoleto, dominado por intereses hegemónicos. Abogó por una arquitectura de seguridad global “igual e indivisible”, que garantice “de forma fiable a todos los Estados” sin menoscabar sus intereses ni su soberanía.
“El mundo necesita un modelo más justo, basado en los principios del respeto de los intereses de los demás y el derecho de cada uno a su propio modelo de desarrollo”, enfatizó.
En este contexto, Putin destacó que la construcción de un sistema de seguridad común es especialmente apremiante para Eurasia, región que definió como un “continente común” que debería convertirse en “un espacio de paz y estabilidad y en un ejemplo de desarrollo económico, social y humanitario sostenible”.
Apoyo institucional y alianzas emergentes
El presidente ruso identificó a varias organizaciones internacionales como pilares en la conformación de esta visión multipolar: la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), la Comunidad de Estados Independientes (CEI), el grupo BRICS, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), entre otras.
Estas instituciones, según Putin, no sólo representan plataformas de cooperación regional, sino instrumentos clave para “formar un mundo basado en el equilibrio de intereses” y para “garantizar la seguridad colectiva sin presiones externas”.
Contexto geopolítico
Las declaraciones de Putin llegan en un momento de crecientes tensiones entre Rusia y Occidente, exacerbadas por el conflicto en Ucrania, las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, y la expansión de la OTAN en Europa del Este. El Kremlin ha acusado repetidamente a Occidente de alimentar discursos antirrusos y de intentar aislar a Moscú mediante una estrategia de confrontación y presión diplomática.
Desde el inicio de su invasión a Ucrania en 2022, Putin ha recurrido con frecuencia a referencias históricas para justificar sus posiciones, evocando la lucha contra el nazismo como un paralelo a lo que describe como una «rusofobia sistemática» en el discurso occidental actual.
Hacia una redefinición del orden mundial
Con este discurso, Putin vuelve a proyectar a Rusia como una potencia defensora de un nuevo equilibrio mundial. Si bien sus palabras han sido recibidas con escepticismo o rechazo en varias capitales europeas, también encuentran eco entre países que promueven un orden internacional más descentralizado, especialmente en Asia, África y América Latina.
La narrativa del Kremlin busca aglutinar a estas naciones bajo la bandera del multilateralismo y la no injerencia, en contraposición al modelo occidental basado en alianzas militares y sanciones económicas.
Mientras tanto, el debate sobre la naturaleza y los riesgos del resurgimiento de ideologías extremistas sigue dividiendo opiniones dentro y fuera de Europa. Para Putin, la solución pasa por una acción conjunta que priorice el respeto, la diversidad de modelos y una nueva lógica de cooperación global.
